El Imam Al-Hasan (a.s.) se asemejaba a su abuelo el Mensajero (B.P) en lo concerniente a lo elevado de su moral, la cual era un ejemplo de la misericordia divina que llena los corazones de esperanza y compasión. Las siguientes son facetas de su moral:
1- Su humildad
En cuanto a humildad y negación del ego, el Imam Al-Hasan (a.s.) fue único en su tiempo. Los siguientes son ejemplos de ello:...
El Imam Al-Hasan (a.s.) se asemejaba a su abuelo el Mensajero (B.P) en lo concerniente a lo elevado de su moral, la cual era un ejemplo de la misericordia divina que llena los corazones de esperanza y compasión. Las siguientes son facetas de su moral:
1- Su humildad
En cuanto a humildad y negación del ego, el Imam Al-Hasan (a.s.) fue único en su tiempo. Los siguientes son ejemplos de ello:
1. El Imam (P) pasaba junto a un grupo de indigentes que habían dispuesto en el suelo trozos de pan que estaban comiendo, cuando le invitaron a compartir eso con ellos, y él acepto su invitación mientras decía:
“Por cierto que Dios no ama a los soberbios”.
Cuando acabó de comer con ellos les pidió que aceptaran ser sus invitados, y les alimentó, les dio prendas de vestir y les colmó de su benevolencia y generosidad
2- Su magnidad
Otra de sus elevadas virtudes morales era la magnanimidad, y conferir lo bueno motivado por lo bueno. Los historiadores han mencionado brillantes reseñas de su sublime generosidad; entre ellas:
El Imam (a.s.) pasaba por uno de los callejones de Medina y escuchó a un hombre pidiendo a Dios, Glorificado Sea, que le agraciase con diez mil dírhams, y he ahí que se dirigió a su casa y le envió a ese hombre esa cantidad inmediatamente.[1]
3- Satisfacer las necesidades de la gente
El Imam (P) era ávido en satisfacer las necesidades de la gente. Cierta vez un hombre se dirigió a él requiriéndole algo mientras se encontraba en medio del tawâf o circunvalación a la Casa Sagrada de Dios, por lo que el Imam (P) interrumpió inmediatamente su tawâf y se dirigió presuroso a satisfacer lo que necesitaba aquel hombre, pues vio que ello gozaba de mucha más virtud ante Dios que concluir su circunvalación, a pesar de que realizar la misma conlleva una abundante recompensa.
4- La caridad que hacía con sus bienes
El Puro Imam (P), la flor de excelente perfume del Mensajero de Dios (B.P), ofrecía todo lo costoso y valioso para obtener la complacencia de Dios, Glorificado Sea, por lo cual dos veces se desprendió de todo lo que poseía, otorgándolo a los pobres, como así también, tres veces dividió en dos sus bienes por la causa de Dios, al punto de llegar a dar uno de sus calzados, quedándose con el otro.[2]
Con esto concluyen nuestras palabras concernientes a las elevadas virtudes morales del Imam Hasan (P).
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[1]. As-Sabbân (impreso en los márgenes de Nûr al-Absâr), p.117.
[2]. Usud al-Gâbah, t.2, p.13; Alif Bâ, t.1, p.417.