Si tras quitársele la impureza se sumerge la cosa impurificada una vez en agua kûr o corriente y el agua le llega a todas partes, se purifica.
Algo que se ha impurificado con orina y tras quitársele la impureza con agua qalîl es enjuagado dos veces, se purifica ...
Si tras quitársele la impureza se sumerge la cosa impurificada una vez en agua kûr o corriente y el agua le llega a todas partes, se purifica.
Algo que se ha impurificado con orina y tras quitársele la impureza con agua qalîl es enjuagado dos veces, se purifica.
Si algo se impurifica en un principio, luego se torna graso de tal manera que impide que llegue el agua, se purificará solo en caso de que primero se quite su crasitud.
Pero si la carne, la grasa, el aceite sólido u otras cosas que se engrasaron se impurifican, se purifican de la misma manera que las otras cosas sólidas y no es necesario quitarles la crasitud.
Si es que la parte exterior del trigo, arroz, jabón o sus semejantes se impurifican, se purifican sumergiéndolos en agua kûr o corriente.
El suelo sobre el cual hay arena o piedrecillas, si es que el agua que cae sobre ello se esparce y penetra en la arena o las piedrecillas, se purifica.
Para lavar una tierra dura en la cual no penetra el agua, se debe echar agua qalîl sobe ella de tal manera que corra, pero el agua que se junta es impura.
Los lugares sobre los que corrió y pasó el agua se purifican, pero para purificar por completo la tierra, se debe extraer el agua qalîl que se impurificó, de alguna manera, como por ejemplo, hacer un pozo.
Si es que se lava con agua corriente o kûr es suficiente con que el agua abarque todos los lugares impuros, y el agua que queda es pura, si es que no tomó el color, el olor o el sabor de la impureza.
Una regla general: Para purificar cualquier cosa es necesario quitar la impureza.
Aquí también, es imperioso quitar por completo la impureza y si queda algo de ello la tierra no se purifica.