Orientación hacia La Meca

Aún cuando hacia cualquier lado que nos orientemos, nos estamos orientando hacia Dios, sin embargo observar un punto de referencia sagrado conlleva el orden y la unidad, el fortalecimiento de la fe y pone a prueba a los creyentes.En los comienzos del Islam, durante años Jerusalén fue la quiblah de los musulmanes, pero en el segundo año de la Hégira (o Emigración a Medina), tuvieron lugar ciertas circunstancias por las que la quiblah fue cambiada hacia la Sagrada Casa de la Ka‘bah.
Mezquita de la Cúpula de la Roca, Mezquita de Al-Aqsâ (La Mezquina Lejana).
La Ka‘bah recuerda el monoteísmo de Abrahâm -la paz sea con él-, la fe de Muhammad -las bendiciones y la paz de Dios sean con él- y el Levantamiento mundial del Mahdî -que Dios Altísimo apresure su noble aparición-.
Por lo tanto, para realizar la oración debemos ponernos de pie orientados en dirección a la quiblah, y asimismo, el entierro del fallecido y el sacrificio de los animales también deben realizarse estando orientados hacia la quiblah.
Por supuesto, quienes se encuentran lejos de la Ka‘bah, es suficiente con que se sitúen de tal manera que se diga que se encuentran rezando orientados hacia la quiblah.
Para conocer la dirección de la quiblah, debemos nosotros mismos estar seguros de ella, o confiar en lo expresado por dos personas justas que determinan la dirección del quiblah llevándose de señales sensoriales, o bien confiar en lo expresado por quien determina la dirección de la quiblah en base a leyes científicas, como se hace a través de las brújulas, o bien debemos confiar en la presunción que se obtiene al observar los nichos de las mezquitas de los musulmanes y sus sepulcros, o a través de otros medios.
Si no pudiésemos determinar la dirección de la quiblah, debemos rezar hacia cualquier dirección que presumimos se encuentra la misma, y si tampoco tuviésemos una presunción acerca de hacia dónde se encuentra la quiblah, debemos realizar cuatro oraciones hacia las cuatro direcciones.
Si rezamos según alguno de los medios acreditados que se mencionó, pero luego nos percatamos de que no rezamos hacia la quiblah, en caso de que nuestra desviación respecto de la quiblah haya sido menor a 90º, nuestra oración será correcta.
Nuestra oración es correcta si por equivocación hubiéramos estado desviados menos de 90º respecto de la quiblah.
Por supuesto, si nos percatamos de ello estando en medio de la oración, debemos voltear hacia la dirección correcta desde ese mismo momento.
Pero en caso de que la desviación haya sido mayor de 90º, dicha oración no es correcta y debemos rezar nuevamente, y si el tiempo de dicha oración ya pasó, debemos realizarla poniendo intención de qadâ’.
Observar la quiblah en las oraciones obligatorias y preferibles es obligatorio, pero si es que queremos realizar una oración preferible estando montados o caminando, no es necesario observar la quiblah.
Otras situaciones en la que también es necesario que nos orientemos hacia la quiblah son durante el sacrificio de los animales y el entierro del fallecido. Y en el resto de las acciones es preferible que estemos orientados hacia ella y vinculemos nuestros corazones a ese punto de referencia sagrado. La última cuestión al respecto es que es harâm o ilícito sentarse de frente o de espaldas a la quiblah al evacuar las necesidades fisiológicas.
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