El Profeta del Islam (Bpd) dijo: Mi hija se llama Fátima porque Dios mantendrá a ella y a sus seguidores protegidos del fuego del Infierno.
El Profeta (Bpd) describió muchas veces acerca de las virtudes y la integridad de su hija. Todos los Infalibles (P), los compañeros del Profeta (Bpd), así como los eruditos islámicos y no islámicos han hablado y escrito mucho sobre Hazrat Fatima az-Zahra (P), de los cuales algunos de ellos se mencionan aquí.
Fátima (SA), la única mujer en el Grupo de los Infalibles llamada a la Ahl- ul- Bayt por el Omnisciente Creador, es el eslabón que une a los cuatro hombres congregados bajo la capa: el Padre, el Profeta. El Esposo: el Imam Ali (AS). Los Hijos: El Imam Hassan (AS) y el Imam Hussein (AS).
No es de extrañar que a la mañana siguiente, cuando el Profeta, con calma y confianza, ingresara del campo de la maledicencia a la admiración tanto de musulmanes como de cristianos, ninguno de sus compañeros o sus esposas estuvieran con él para el crucial encuentro, excepto por su hija, su yerno y sus dos pequeños nietos, la Ahl- ul- Bayt, a quien Dios ha decretado como Barómetros de la Verdad. (Santo Corán 3: 61)
Ibn Sabbaq Maliki escribió: “Fatima (P) es la hija de una persona a quien la Sura al-Isra (Bani Israel) descendió en su honor, ella es la hija menor de los seres humanos, su cumpleaños es puro y bendito y ella es la cabeza de las Mujeres del Mundo”.
El Profeta del Islam (Bpd) dijo: Mi hija se llama Fátima porque Dios mantendrá a ella y a sus seguidores protegidos del fuego del Infierno.[1]
El Profeta (Bpd) describió muchas veces acerca de las virtudes y la integridad de su hija. Todos los Infalibles (P), los compañeros del Profeta (Bpd), así como los eruditos islámicos y no islámicos han hablado y escrito mucho sobre Hazrat Fatima az-Zahra (P), de los cuales algunos de ellos se mencionan aquí.
Fátima (SA), la única mujer en el Grupo de los Infalibles llamada a la Ahl- ul- Bayt por el Omnisciente Creador, es el eslabón que une a los cuatro hombres congregados bajo la capa: el Padre, el Profeta. El Esposo: el Imam Ali (AS). Los Hijos: El Imam Hassan (AS) y el Imam Hussein (AS).
No es de extrañar que a la mañana siguiente, cuando el Profeta, con calma y confianza, ingresara del campo de la maledicencia a la admiración tanto de musulmanes como de cristianos, ninguno de sus compañeros o sus esposas estuvieran con él para el crucial encuentro, excepto por su hija, su yerno y sus dos pequeños nietos, la Ahl- ul- Bayt, a quien Dios ha decretado como Barómetros de la Verdad. (Santo Corán 3: 61)
Ibn Sabbaq Maliki escribió: “Fatima (P) es la hija de una persona a quien la Sura al-Isra (Bani Israel) descendió en su honor, ella es la hija menor de los seres humanos, su cumpleaños es puro y bendito y ella es la cabeza de las Mujeres del Mundo”.[2]
Según las narraciones transmitidas varias veces por Ahmad ibn Hanbal, en lo que respecta al Profeta (Bpd), aplicaba la Ayat Tathir:
“Ciertamente, Dios quiere apartar de vosotros la impureza ¡Gente de la Casa! y purificaos absolutamente.”[3]
Según las observaciones de los compañeros del Profeta (Bpd) este acentuaba las virtudes de la pareja yendo durante 6 meses a su casa cuando salía a rezar durante la semana, y cuando llegaba a la casa de Fátima decía: ¡Oh Ahlul Bait! ¡A la Oración, a la oración! ¡Ahlul Bait! Dios sólo quiere quitar todas las impurezas de vuestra familia (profética) limpiándolos y purificándolos como familia. [4]
Fátima (P) era elocuente entre las mujeres árabes. Ibn Tifur(fallecido el 280 dH) ha narrado sus sermones en el libroElocuencia de las Mujeres (Balaghat an-Nisa’). En su sermón sobre Fadak instruyó a la familia de Abu Talib como a sus propios hijos.
Hay que tener en cuenta también que la expresión de "Señora de las Mujeres del Mundo" es utilizado por el Imam Ali (P) para referirse a la Honorable az-Zahra (P), en el discurso pronunciado sobre su tumba.
“Hom Fatima, wa Abuha, wa Ba´luha, wa Ba’nuha (Es Fátima, su padre, su esposo y sus hijos.)”
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[1]. Biharul Anwar, vol. 43, p. 18.
[2]. Ibn al-Sabbagh al-Maliqui, al-Fusul al-muhimmah, p. 121.
[3]. El Sagrado Corán[33:33]
[4]. Musnad Ahmad, vol. 1, p. 331.