La solución de dos Estados: una estrategia para ganar tiempo para el régimen sionista

Lun, 07/29/2024 - 09:18

En la década de 1990, mientras la cuestión palestina se prolongaba, los países occidentales, encabezados por Estados Unidos, presionaron a favor de una solución de dos Estados en los territorios palestinos ocupados. Como parte de este esfuerzo, en 1993 se firmaron los Acuerdos de Oslo entre los líderes del régimen sionista y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Los Acuerdos de Oslo apuntaban a crear un marco para la resolución completa del conflicto israelí-palestino. Sin embargo, los últimos 30 años han revelado que las promesas de este acuerdo no se cumplieron, siendo los principales resultados la judaización de Al-Quds y la expansión de los asentamientos sionistas en los territorios palestinos ocupados. Edward Said, un destacado defensor de la causa palestina y uno de los primeros partidarios de la solución de dos Estados, finalmente admitió que el plan era inviable debido a las políticas del régimen sionista sobre los asentamientos ilegales (Li 118). Recientemente, el portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric, también calificó las acciones de Israel como un "paso en falso" en el contexto de la solución de dos Estados.

El presente texto pretende informar al lector de que el régimen sionista sólo persigue un objetivo: el establecimiento de un Estado sionista cuasi-apartheid en los territorios ocupados. La llamada solución de dos Estados es meramente una fachada que enmascara la descarada estrategia del régimen en la región.

Acciones del régimen sionista en la era posterior a los Acuerdos de Oslo

En la actualidad, las zonas palestinas en los territorios ocupados incluyen Cisjordania, administrada por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y Gaza, controlada por el gobierno de Hamás. Al examinar las acciones del régimen sionista desde los Acuerdos de Oslo, es evidente que este régimen nunca ha estado dispuesto a aceptar la solución de dos Estados. La estrategia de los dirigentes sionistas fue ganar legitimidad ante algunos dirigentes palestinos, países árabes y la opinión pública positiva de la época (finales de los años 1980 y principios de los años 1990), y luego ganar tiempo para apoderarse de más territorios y anexionarse. En este contexto, el Mapa Nº 1 muestra que ni siquiera Cisjordania, una zona en la que algunos palestinos buscaban la paz y la legitimidad del régimen sionista, ha sido entregada a la Autoridad Palestina, como se suponía que debía ocurrir en virtud de los Acuerdos de Oslo y la solución de los dos Estados.

En Gaza, que ha estado resistiendo la opresión del régimen sionista, el enfoque del régimen es diferente. Desde 2007, el régimen sionista ha convertido a Gaza en la prisión al aire libre más grande del mundo, privando a su población de los derechos humanos más básicos. Esto implica la aplicación de políticas de apartheid destinadas a obligar a la población a migrar a otros países. El mapa nº 2 muestra que desde 2007 hasta 2023, el régimen sionista ha lanzado cinco ataques militares contra Gaza.

La guerra de 2023 es fundamentalmente diferente de los cuatro ataques anteriores porque se está llevando a cabo bajo la "Doctrina Dahiya", que tiene como objetivo desplazar por la fuerza a la población de Gaza, dejando la zona despoblada para que el gobierno sionista pueda adquirirla fácilmente. La Doctrina Dahiya se refiere a una estrategia militar de guerra urbana asimétrica en la que el ejército ataca deliberadamente la infraestructura civil para aumentar la disuasión poniendo presión adicional sobre los civiles y causándoles un mayor sufrimiento. En el momento de redactarse este informe, más de nueve meses después del inicio de la guerra, algunas fuentes estiman que el número de muertos asciende a 40.000, mientras que otras, como la revista médica The Lancet, informan de más de 186.000 muertes indirectas. En cuanto a la infraestructura, las imágenes satelitales del último informe de las Naciones Unidas del 31 de mayo de 2024 indican que el 55% de la infraestructura de Gaza ha sido destruida (Mapa Nº 3) y casi el 65% de toda la red de carreteras de la Franja de Gaza ha sido arrasada (Mapa Nº 4).

La solución de los dos Estados: una estrategia para ganar tiempo

A medida que han transcurrido décadas desde los Acuerdos de Oslo y la propuesta de la solución de los dos Estados, resulta evidente que, a pesar de la adopción de la Resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, también conocida como el Plan de Partición de Palestina, el 29 de noviembre de 1947, el régimen sionista se encontró a finales de los años 1980 con una crisis de legitimidad en la comunidad internacional. En consecuencia, adoptó una nueva estrategia para explotar los territorios palestinos restantes, a diferencia de lo ocurrido durante los conflictos anteriores de 1948 (Guerra de la Independencia), 1967 (Guerra de los Seis Días) y 1973 (Guerra del Yom Kippur), que habían provocado una fatiga bélica interna y una disminución del apoyo de las naciones occidentales debido al embargo petrolero árabe y la posterior crisis económica que afectó a las economías occidentales. De este modo, la solución de los dos Estados ha funcionado como una herramienta para que el régimen sionista prolongue y promueva sus objetivos, aunque traicionando la causa palestina. Cabe señalar que hoy los líderes sionistas han tratado de impulsar esta agenda a través de iniciativas como los Acuerdos de Abraham para lograr objetivos más amplios, aunque la "Operación Inundación de Al-Aqsa" interrumpió prematuramente este nuevo marco. Como expresó el imán Jamenei en su discurso del 3 de junio de 2024:

La Operación Inundación de Al-Aqsa tuvo lugar precisamente en un momento en que la región la necesitaba, la explicación de esto es que Estados Unidos, elementos sionistas, sus seguidores y ciertos gobiernos de la región habían ideado un plan integral y amplio. Este plan integral tenía como objetivo remodelar las relaciones y la dinámica regionales. [El objetivo era] establecer relaciones entre el régimen sionista y los gobiernos regionales basadas en los deseos de ese régimen. Esto a su vez significaba que el régimen sionista no solo lograría dominar la política y la economía de toda la región de Asia Occidental, sino también todo el mundo islámico.

Cualquier persona imparcial, sin prejuicios nacionales o religiosos, que desee profundizar en la cuestión palestina comprenderá que el único camino para lograr la paz y la estabilidad duradera en los territorios ocupados consiste en la celebración de un referéndum en Palestina, que incluya a todos los grupos étnicos y religiones. El 1 de mayo de 2024, el imán Jamenei expresó:

El problema solo se resolverá cuando Palestina sea devuelta a sus legítimos dueños, es decir, el pueblo palestino. Palestina pertenece a los palestinos, entre los que se encuentran musulmanes, cristianos y judíos. Palestina… debe ser devuelta a ellos. Tienen derecho a formar su propio gobierno y sistema, que luego podrá decidir cómo tratar con los sionistas. Si expulsarán a los sionistas o les permitirán quedarse es una decisión que les corresponde a ellos. Esta es la solución que propusimos hace varios años… La cuestión de Asia occidental no se resolverá hasta que esto suceda.

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